E n el colegio le gustaba biología, la idea de tener pacientes y poder acomodar su horario. No le dio muchas vueltas más, le parecía que “todo calzaba”. Preparó la prueba pensando en postular a Medicina u Odontología y en su casa todos felices con la idea.

Ya en el primer año de la carrera no le gustaron mucho los ramos, pero le decían “Así son los del principio… el otro año son más de Odontología de verdad.”⁣ Pasó el primer y segundo semestre… le costaba mucho estudiar porque le daba lata, no le interesaban las materias, su ramo favorito era el optativo… se le empezaba a hacer cada vez más difícil.

Le decían: “Espérate un poco más, cuando empieces a ver pacientes te va a encantar…”⁣
¡¡Y él quería que le gustara su carrera!!⁣ así es que seguía “dándole oportunidades”.

Se sentía culpable de pensar en salirse, de no tratar más. “Ten paciencia, es una carrera difícil pero después vas a estar feliz siendo dentista..”, pero él la verdad tampoco se imaginaba trabajando. Pensaba que todo esto era normal, pero también veía que sus compañeros tenían planes e ideas de dónde y cómo querían trabajar, en qué especializarse….

Es una “buena carrera”, “ya estoy aquí”…⁣ pensaba.
Siempre le había gustado estudiar.⁣ …se trataba de convencer.

“Que lata dejar a mis amigos”⁣
“Es una buena universidad”⁣
“Mis papás están orgullosos de mi”⁣
“Ya le he dedicado demasiado tiempo y $…”⁣

Llegaron los ramos más avanzados, las prácticas… y no. ⁣

Andrés se sentía cada día más desmotivado, le cargaban la mayoría de los profes, ya no quería seguir en esto.⁣ Además, este tema empezó a contaminar otras áreas de su vida: lata salir con los amigos porque hablaban de sus carreras, lata el domingo al almuerzo familiar porque le preguntaban por la universidad, en la noche le costaba dormir por tanto pensar y en las mañanas tenía mucho sueño para despertar…

Su mamá lo veía mal, triste, enojado, sin ganas de estudiar, preocupado… Le preguntaba cómo estaba, pero él no quería hablarlo…. le preocupaba lo que fueran a pensar de él, decepcionar…

Después de pensarlo mucho, se decidió y habló con su mamá. Para su sorpresa, ella lo apoyó diciéndole que lo que ella quería era que volviera a ser feliz, a creer en él mismo, a motivarse, a ser sociable como antes… que no se olvidara de quién era y que no se confundiera con cómo estaba.

Súper importante aquí la diferencia entre el verbo ser y estar… Andrés llegó a mi consulta para hacer mi programa “Mírate, Explora y Decide”…

Y lloró de rabia porque siempre supo que no estaba convencido con su carrera… pero quiso que resultara… y ahora solo sentía que había perdido demasiado…⁣

Cuando alguien ya está en la universidad, recomiendo darse el tiempo para conocer la carrera antes de decidir, pero es importante el cómo y ponerse un plazo para ello. ⁣⁣No es necesario hacer la carrera casi entera para saber realmente si te gusta o no ¡Claro que no!

Es clave darse espacio, tiempo, pedir ayuda y hacer un proceso vocacional si estás con dudas, ya sea para decidir cambiar de camino o para quedarte, pero con un plan que te haga sentido a ti.

Es mucho más “caro”, en muchas maneras y formas el entrar, tratar, dudar de ti… que te vaya mal, cuestionar tus capacidades…, salirte y sin saber para dónde. Cuando te das cuenta de que te has equivocado… ya no es sólo la carrera. Afectará también la forma en que te ves, la seguridad en ti mismo/a para decidir, para estudiar. Muchos/as empiezan a pensar “quizás a mí no me da”, “ya no soy bueno estudiando”, “no hay una carrera para mí”… “van a pensar que no me la pude”…“si me cambio voy a tener puros compañeros/as chicos”, “¿y si me vuelvo a equivocar?”⁣

Además, se siente mucha presión de “ahora sí debo hacerlo muy bien”, lo que sólo hace que decidir sea más difícil.

Ya fue para Andrés y lo bueno es que “se perdonó”. De a poco el papá y la mamá lo entendieron… lo que más les importaba era que él fuera feliz…⁣

Él aprendió a mirarse, le encantó descubrir intereses y motivaciones nuevas, habilidades que lo hacían sentir orgulloso, interesante, ser integral… y desde ahí avanzamos en identificar cuáles de sus pasiones quería profesionalizar para ir tras un propósito, un sentido que lo llenara y motivara a estudiar, esforzarse, a ser y estar.

¿Cómo te llega esta historia de Andrés?

Abrazo!⁣

María José

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